“El 27 de Febrero de 2012, en plena campaña presidencial, el candidato socialista provocó la sorpresa prometiendo una tasa de imposición al 75% para las personas que traspasen un millón de euros al año. En su propio campo, nadie o casi nadie estaba al corriente, ni Jérôme Cahuzac, acusado de temas fiscales.” (Extracto traducido del diario “Le Figaro”).
Tras muchos meses de negociaciones, el pasado 29 de Diciembre de 2013, la promesa electoral del presidente francés François Hollande ha sido validada por el Consejo Constitucional del país galo. No exento de polémica, el “impuesto a millonarios” (como lo denominan en eleconomista.es) gravará impuestos a las empresas que pagan salarios de más de un millón de euros al año a sus trabajadores. Esto, como es “normal”, ha desatado la ira de los líderes empresariales y de los clubes de fútbol.
Según el Ejecutivo francés, es una medida transitoria que durará un período de dos años, con el fin de paliar, en cierta medida, la crisis económica que afecta también a Francia. En el diario “Expansión” se detalla cómo se desglosa esta polémica tasa:
- Un gravamen a las empresas del 50% sobre los salarios.
- Se le suma un 25% de cargas sociales.
- La tasa recae sobre la empresa y no sobre los asalariados.
- En ningún caso podrá superar el 5% de la facturación de la compañía.
El Estado francés espera recaudar 260 millones de euros en 2014 y 160 millones de euros en 2015. Parte de esa recaudación provendrá de los equipos de fútbol; motivo por el que la Liga de Fútbol Profesional de Francia (LFPF) amenazó con ir a la huelga el pasado noviembre. Del fútbol francés se calcula que tendrían que pagar (los clubes) unos 44 millones de euros más de lo que ya pagan al año. De esa cantidad, unos 20 millones los “aportaría” el Paris Saint Germain (PSG); en este equipo militan estrellas como Ibrahimovich, Cavani, Thiago Silva y otros 7 jugadores, cuyos salarios anuales superan con creces el millón de euros al año (según informa el portal web de BBC news).
El presidente de la LFPF Frédéric Thiriez ha declarado, según recoge el diario francés “Le Monde”, lo siguiente:
“Todo el mundo reconoce que la tasa de 75% es absurda en el plan económico, ineficaz en el plan fiscal e injusta en el plan social.” – declaró Thiriez. “Entiendo que el Consejo no ha querido censurar dos veces al Gobierno sobre el mismo proyecto. Ha tomado una decisión de oportunidad más que una decisión jurídica. Las consecuencias serán muy pesadas para nuestros clubes en los años venideros.” – añadió.
Duras declaraciones del máximo mandatario de la LFPF, no exentas de razón, pero que denotan un cierto miedo ante la posibilidad de que la Ligue1 se debilite por “culpa” de las cargas fiscales a los clubes.
Diferencias con la “Ley Beckham”.
Hace unos años, España vivió también un episodio fiscal; pero a su manera. Los futbolistas, de manera personal/individual debían tributar un 43% sobre sus salarios. Con la “Ley Beckham” de 2010 (y sin carácter retroactivo), los contratos firmados a futbolistas extranjeros a partir del 1 de enero de ese año estaban vinculados a dicha tributación, reduciéndose casi a la mitad los impuestos que tenían que pagar en caso que su salario no fuese superio a 0’6 millones de euros anuales. Situación de privilegio que fue altamente protestada por los organismos pertinentes, hasta el punto que dicha ley fue derogada.
Ahora bien, ¿en qué se diferencia esta ley a la francesa?
- La “tasa española” recae sobre los asalariados, es decir, la tributación se realiza a través del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas).
- La “tasa francesa” recae sobre la empresa; por consiguiente, la tributación se realiza a través del IS (Impuesto sobre Sociedades).