El fútbol es uno de los estimulantes más grandes de los ciudadanos españoles y su pasión por este deporte sobrepasa en ocasiones los límites de la realidad. En este sentido, la abolición de la Liga supondría la oposición de casi todo el país contra la Hacienda Pública española, que ya es una de las administraciones menos queridas, y no querrían empeorar su imagen ante los españoles.