Cuando los patrocinadores cambian la identidad de un club

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La forma actual de la industria del fútbol ha diversificado la idea de identidad de algunos clubes. Las constantes modificaciones ocasionan una diversificación entre la identidad cultural y original a la mostrada actualmente de un club.

Los patrocinadores juegan un papel demasiado importante para el club, es gracias a ellos que los ingresos suelen ser los suficientes para mantener un “balance cero” en sus finanzas y muchas veces poder solventar gastos enormes en fichajes de jugadores. Sin embargo, podemos notar que últimamente estos patrocinadores empiezan a hacerse más presentes en el equipo tanto que se deben de seguir lineamientos cambiando algunos aspectos del club.

De los temas con más controversia ha sido el “naming right” de los estadios de fútbol, en donde el hecho de darle apellido a la arquitectura deportiva implica ingresos. Esto, obvio parte tras una idea de expansión de negocio por parte de la marca, pero también por parte del club que intentará tener mayor peso en la industria comercial y asegurar ingresos anuales.

Sacrificando aficionados por dinero

La nueva forma de expansión comercial se basa más en las ideas del patrocinador que las del patrocinante, el cual se tiene que ajustar a lo establecido. Un club de fútbol que ha manejado su imagen basándose en ciertos criterios culturales y/o locales puede perder un 10% de aficionados al entrar a una campaña que no represente lo suficiente para los aficionados.

Cuando una marca decide “unirse” a un equipo de fútbol genera muchas expectativas por las exorbitantes cantidades que llegan a pagar, especialmente por aparecer en las camisetas de los grandes equipos. Desde ese momento se busca crear un lazo sentimental entre los aficionados del equipo y la marca,  ganarse la fidelidad de los seguidores del equipo patrocinado. Las marcas encargadas de vestir al club se topan con el problema de la innovación del uniforme pero sin el extremo de perder identidad.

Cada vez más, los aficionados empiezan a hacer notar sus reclamos en donde una de las tantas protestas sea el no asistir al estadio e inclusive no consumir cualquier producto del club. Esto ocasiona demasiadas pérdidas al club por eso las campañas van más dirigidas a una especie de valorar al club, el saber “qué tan de corazón” eres fiel al club, poner en duda el apoyo e interponer productos de edición especial.

Algunos equipos van perdiendo identidad, se olvidan de la importancia que un hincha puede tener el el crecimiento del club, considerando también que hay clubes que tienen demasiados patrocinadores y cuyo beneficio sólo es interno.

No todo es malo

Efectivamente, muy pocas veces el patrocinador suele ajustarse a la base del club. Hemos visto patrocinadores que ayudan a una presencia de autenticidad en el fútbol. Tenemos como ejemplo camisetas del Barcelona o Bayern Munich en ediciones demasiado particulares, uno con la intención de representar la bandera de Cataluña y otro el tan conocido “OktoberFest”.

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En otros casos vemos campañas de salud y anti-racismo. Tuvimos también como ejemplo a la Premier League que contrató camiones para el traslado de aficionados.

De forma más general tenemos a Heineken, quien al ser uno de los principales patrocinadores de la Champions League, sus campañas de identidad al fútbol son enormes, logrando una homogeneidad en todos los aspectos.

Otro ejemplo es Coca-Cola, que con sus constantes campañas de esperanza y verdaderos lazos personales ha puesto su estilo en Copas del Mundo.

Finalmente, tenemos a Adidas con el famoso Brazuca, que en forma general no es un balón sino la identidad brasileña representada. Brazuca  significa brasileño y estilo de vida brasileño, además los colores representan pulseras que se utilizan para pedir deseos.

Entonces ¿Qué tal real es la identidad del fútbol?

Por @Edu_Aveiro