Luego de la complicada temporada que el FC Barcelona vivió recientemente, el club catalán, de la mano de su director deportivo, se encuentran llevando a cabo una reconstrucción de la plantilla, que para otros es una remodelación mucho más profunda, una revolución.
Para el nuevo proyecto, Zubizarreta afirmó a mediados de marzo que el club invertiría alrededor de 60 millones de euros más la caja realizada a través de las ventas que se realicen durante el mercado: las salidas de Alexis al Arsenal, Fàbregas al Chelsea, Bojan al Stoke, Dos Santos al Villarreal, y el préstamo de Tello al Porto; suponen un monto aproximado de 79.8 millones de euros; por lo cual el Barcelona cuenta con casi 140 millones de euros para revolucionar su plantilla.
A pesar de las palabras de Zubizarreta, con las compras de Suárez, Mathieu, Rakitic Ter Stegen y Bravo; el presupuesto ha sido superado en unos 3 millones de euros, lo que puede suponer dos escenarios: para fichar el tan hablado central, se deberá vender primero, o simplemente se cuenta con mayor presupuesto que los 60 millones de euros iniciales.
Ahora bien, esta reconstrucción azulgrana recuerda la revolución que ya se hizo en la plantilla del Barcelona en 2004, aquella bajo otras necesidades y por otras razones. En aquel momento se invirtieron unos 78.5 millones de euros para adquirir a Eto’o, Deco, Giuly, Edmilson, Belletti y Silvinho; mientras que Larsson, Van Bronckhorst y un Albertini bastante maduro llegaron a coste cero.
Por otro lado, las salidas de 2004 le permitieron al Barcelona flexibilizar el coste en unos 14.75 millones de euros, por lo que finalmente se terminó desembolsando casi 64 millones de euros para aquella revolución, cifra similar a la que Zubizarreta afirmó se gastaría en 2014.
A pesar que 2004, y ahora 2014, suponen las mayores reconstrucciones del Barcelona, es en 2009 donde se generó el mayor gasto en adquisición de jugadores por parte de la entidad blaugrana. La adquisición de Zlatan, Chygrynskiy, Keirrison y Maxwell ascendió las cifras a 113 millones de euros en compras, y un resultado total en fichajes (tomando en cuenta las ventas) de 88.5 millones de euros, la mayor del Barcelona.
Si el mercado de fichajes cierra, y el Barcelona no genera una nueva adquisición, 2014 quedaría como el segundo mayor gasto histórico en fichajes por detrás de aquel 2009. Sin embargo, de concretarse el pase de Cuadrado (Fiorentina pide 50 millones de euros), Marquinhos (PSG rechazó 43 millones de euros), Agger (apuesta de 12 millones de libras), o Varmaelen (alrededor de 20 millones de euros); podríamos estar en presencia del mercado de fichajes de mayor importancia en cuanto a inversión del FC Barcelona en su historia.