Mucho se ha hablado del multimillonario contrato (7 billones de euros) de la Premier League y la avismal diferencia entre la Premier y la Liga económicamente hablando. No obstante, tan solo debemos situarnos meses atrás para contemplar que la deferencia entre ambas ligas son más que increíbles, teniendo en cuenta que ambas son mencionadas como las mejores ligas del planeta fútbol.
Para hacernos una idea, el Real Madrid y el Barcelona, con 140 millones de euros al año por derechos televisivos, supera en 23 millones de euros al Liverpool, equipo inglés con más ingresos por derechos televisivos. Aún así, lo peor está por llegar. La mayor diferencia la observamos al comparar al Valencia o Atlético de Madrid, tercer y cuarto equipos con mayores ingresos en la Liga BBVA (48 y 42 millones de euros) por derechos televisivos respectivamente, con el equipo con menores ingresos de la Premier como es el Cardiff City. El equipo galés gana la friolera de 74,5 millones de euros, 26 millones de euros más que ambos equipos españoles.
Todo esto, teniendo en cuenta los datos de la presente temporada. Con el multimillonario contrato de la Premier League, los ingresos se dispararán en un porcentaje aún mayor. El equipo con menos ingresos de la Premier ganará lo mismo que el Real Madrid o el Barcelona. Imagínense lo que puede suponer eso para un equipo recién ascendido y como con esos ingresos puede irrumpir en el mercado de manera que la fuga de jugadores a la Premier sea, no menos que importante. Tan solo tenemos que pensar en un equipo como el Eibar, recién ascendido a la Liga BBVA. Un equipo como el vasco, con tan pocos ingresos, tendría como premio, después del complejo hecho de ascender, ganar por temporada 140 millones de euros. Estos ingresos mejorarían notablemente las opciones de reforzarse y mejorar sus infraestructuras, parte esencial para el desarrollo de un equipo de fútbol profesional.
La organización del fútbol español está sufriendo mucho esta última semana. Además de mostrar como el la distribución ilógica de repartos por derecho televisivos solo lleva a una liga bilateral en la cual, de vez en cuando, aparecen clubes que, a base de ingenio y calculadora en mano, consiguen crear plantillas competitivas que luchan contra jugadores estelares en un partido en el que empiezan perdiendo. La diferencia de ingresos es abismal y es hora de que los dirigentes de la Liga y la RFEF trabajen junto al Gobierno en la elaboración de una nueva distribución más equitativa para beneficiar no solo a los clubes, sino al fútbol español en general.