Cuando una gran marca internacional patrocina a muchos de los principales equipos de fútbol, debe cuidarse de ser neutral en sus campañas de marketing. Audi por ejemplo es una de las dueñas del Bayern Munich, pero su relación de patrocinio con la gran mayoría de clubes de primer nivel le obliga a no posicionarse nunca cuando se acerca un gran evento de ‘su’ equipo. Adidas opta por lanzar campañas de apoyo en dos direcciones cuando dos equipos que juegan con sus camisetas se enfrentan.
Por eso resulta impactante la decisión que ha tomado Coca Cola con su último anuncio, centrado en la excelente temporada que ha protagonizado el Atlético de Madrid. Un comercial en la que un niño confiesa a su padre (se entiende que madridista), que se ha hecho aficionado del conjunto rival. Un giño excelente para los aficionados rojiblancos, que seguramente valoran el detalle de uno de sus patrocinadores.
El problema es que la firma de refrescos estadounidense también patrocina al Real Madrid. Ambos equipos se enfrentan en los próximos días en una de las finales de Champions más bonitas que se recuerdan, y desde luego el anuncio no ha despertado la simpatía entre los aficionados blancos.
Tampoco en el departamento de marketing del club, que no entiende como una marca que patrocina a los dos equipos de la ciudad se posiciona tan claramente en favor de uno de ellos antes del partido. Hay incluso quien espécula que es una pequeña venganza de la firma de la multinacional por no lograr ponerle su nombre al Santiago Bernabéu ¿Torpeza de Coca Cola o campaña polémica? El tiempo dirá quién tiene razón.
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