Fue diseñado y presentado en sociedad de manera virtual en 2006 como el mejor estadio de Europa, por el entonces presidente del Valencia Juan Bautista Soler. No obstante, siete años después, el Nuevo Mestalla no pasa de ser una edificación a medio hacer y abandonada. Para reactivar el proyecto, según informa Marketing de los Deportes, altos cargos del conjunto ché se encuentran en Londres reunidos con directivos de AEG, empresa encargada de explotar el O2 de la capital inglesa y el Staples Center de Los Ángeles.
Sobre la mesa está el volver a dar vida a un estadio que lleva invertidos 100 millones de euros, y que se intuye que necesitará de otros 75 millones de euros para estar completado. Eso sí, el producto final no será tan lujoso como la idea original. Según la misma fuente, el estadio resultante contará con menos localidades (unas 65.000), menos superficie de grada cubierta, menos metros destinados a parking y algunas medidas más que supondrán un ahorro de casi 70 millones de euros.
Éstas no deberían desilusionar demasiado a un valencianismo cuya masa social es menor que la de 2006 (32.000 socios por los 42.000 de entonces). En cualquier caso, está por ver si cuando el Nuevo Mestalla esté en pie, recibe la calificación de Estadio Cinco Estrellas por parte de los máximos organismos futbolísticos.