Sin duda alguna, el fichaje de Fernando Torres le ha supuesto al Chelsea uno de los peores negocios de la historia del club. Roman Abramovich, dueño del club inglés, aún se sigue explicando el porqué de esta nefasta operación.
Torres llegó al Chelsea en 2011 como uno de los mejores delanteros del mundo. Los “blues” pagaron al Liverpool la friolera de 58,50 millones de euros por hacerse con los servicios del ariete madrileño, convirtiendo el traspaso en el más caro de la historia de la Premier League.
Pero tras tres temporadas y media en el equipo, el rendimiento deportivo de Torres se podría tachar de insuficiente. El pasado verano, Mourinho, técnico del Chelsea, no contaba con él, por lo que “El Niño” tuvo que hacer las maletas rumbo a Milán, donde su presencia en el césped durante casi tres meses ha sido nula.
Ahora, Fernando Torres vuelve al Atlético de Madrid, su club de toda la vida, tras una operación a tres bandas, y dejando 3 millones de euros en las arcas del Chelsea, es decir, un cinco por ciento de lo que se pagó por él.
De este modo, Torres adelanta a Andriy ShvchenKo, por el que el Chelsea pagó 43,3 millones de euros, como el peor fichaje de la historia del conjunto inglés.