Pocos imaginaban que aquello que comenzó en Inglaterra siendo un juego entre colegios se convertiría en un fenómeno mundial imparable. Precisamente ese carácter universal es el que lo ha elevado a la categoría de espectáculo, y a los jugadores los ha pasado de deportistas a estrellas publicitarias. Sin duda es un deporte de masas, con millones de seguidores en todo el mundo independientemente del país, la raza o la clase social, no entiende de fronteras y tiene un asombroso poder de unión, y por qué no decirlo, de confrontación. Son quizás estas características las que han provocado que el fútbol encuentre en las redes sociales el trampolín perfecto para emprender un viaje sin retorno, un viaje que lo está cambiando todo. Y es que un fenómeno tan mediático no podía quedarse al margen de una transformación comunicacional como la que estamos viviendo. Pero el éxito de esta unión reside en que ambos se complementan a la perfección. Como si de dos parásitos se tratara, se alimentan mutuamente y los dos salen ganando.
Cualquier empresa que quiera tener una estrategia de comunicación completa debe incluir las redes sociales como parte de la misma, y los clubes de fútbol no iban a ser menos. O sí, porque en el fútbol español tenemos el caso del Getafe, como único equipo de Primera que no tiene presencia en ninguna red social, y según ellos mismos manifiestan, tampoco se lo están planteando…. He aquí la excepción que confirma la regla, porque si algo está ya demostrado es que el fútbol y las redes sociales forman un matrimonio perfecto. Las estrategias publicitarias, comunicacionales y de marketing de los clubes se están adaptando a esta nueva vía para no desaprovechar las enormes posibilidades de fidelización, captación y transmisión de los mensajes que se quieren enviar desde cada club.