La relación entre el fútbol y la economía española es cada vez más directa. El romanticismo se ha perdió y hoy en día el fútbol solo es medido por el impacto económico que general en el país que alberga las diferentes competiciones. Según el informe Impacto socioeconómico del fútbol profesional en España, elaborado por KPMG, la primera y segunda división españolas generan un impacto económico de 7.600 millones de euros, un 0,75% del PIB nacional, tanto de forma directa como indirecta e inducida.
La principal inyección económica viene por parte de la afición con unos los 3.600 millones, el 75% gracias al consumo en todo lo que tenga que ver con fútbol: apuestas, quinielas, suscripciones a canales de pago, cuotas de abonados, entradas, hostelería o transporte. La LFP lo sabe, y por eso su presidente, Javier Tebas, habla del gran impacto de la industria del fútbol y su principal plan es es aumentar el número de abonados a los canales de pago. En España, el número de suscritos es de unos 4,3 millones de personas . Este año, con la compra de Digital + por parte de Movistar se tendrá que llevar a cabo un nuevo reparto y esto ha hecho que los futbolistas y la RFEF se ponga en contra de la Liga, que es la que controla este reparto.
La otra gran pata de la estrategia a seis años es la mejora de las infraestructuras del fútbol. “Muchos de los estadios están obsoletos y no están adaptados a las demandas de los aficionados”, defiende Tebas, quien pone como ejemplo los de la Premier o los de la liga alemana. Hay muchas personas que no pueden permitirse una suscripción televisiva, pero sí un abono en un determinado club, por lo que lo obtenido por ese abono y por las entradas serviría para compensar esa falta de suscriptores. Es un “Ya que no se abonan a los canales de pago, al menos que vayan al campo, no que se queden en casa escuchando la radio”.