El partido de ida de Supercopa de España entre el FC Barcelona y el Atlético de Madrid, que acabó en tablas, 1-1, se disputó en un horario no apto para todos los públicos, sobretodo para niños y para trabajadores con obligaciones matutinas.
Las 23 horas de un día laborable, a pesar de que sea agosto no se puede considerar un buen horario, ni para futbolistas ni para aficionados. Más de uno se fue a dormir, o simplemente no pudo resistirse más y acabó rendido en los brazos de Morfeo, sin saber si el resultado final había favorecido a su equipo.
Por desgracia ésta no es la primera vez, ni será la última, en que se jueguen partidos de fútbol en España cerca de la medianoche. Así ha sucedido en Liga, y también pasará con el partido de vuelta que decidirá el campeón de la Supercopa el miércoles que viene.
La Federación Española aduce que no puede poner partidos que coincidan en el tiempo con la celebración de una jornada de Champions League. Eso parece decir la normativa, pero no todos lo interpretan igual.
La Premier League programó la disputa del Chelsea – Aston Villa, partido adelantado de la tercera jornada, a las 20.45 h. Y eso que a la misma hora uno de sus equipos, el Arsenal, participaban en la previa de la Champions. Y no es la primera vez. El 22 de agosto de 2012, en otra jornada de la previa de la máxima competición europea de fútbol, el conjunto blue se enfrentó al Reading.
La Federación Española debería salir a dar explicaciones, aunque quizás se escudaría entonces en que el horario es cosa de las televisiones. Ya se sabe quién manda en el mundo del fútbol.
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