El final del mercado de fichajes para el fútbol mexicano culminó con una de las grandes incorporaciones; a partir del viernes pasado Ronaldinho forma parte de la escuadra del Querétaro, un club “chico” que hace algunos meses sufría de grandes problemas económicos, incluyendo la deuda por el no pago a sus jugadores.
El surgimiento de memes, burlas, quejas, felicitaciones y demás fueron principales temas dentro de la polémica pues la liga mexicana no se ha visto como una liga de gran superioridad como para la integración de figuras aunque, debemos recalcar que personalidades como Butrageño y Pep Guardiola formaron parte de dicha liga y que por supuesto ahora existe un creciente interés por jugadores que provienen del fútbol mexicano.
Tomemos en cuenta que Ronaldinho se encontrada como “jugador libre” y que a sus 34 años seguía buscando las oportunidades de ofrecernos calidad y espectáculo. Existían negociaciones para renovar contrato con el Atlético Mineiro, existían propuestas del Palmeiras y una que otra de Europa, pero ninguna fue lo suficientemente atractiva. Al parecer la idea de jugar en el fútbol mexicano sí existía dentro de Ronaldinho pues su visita a México para participar en “México Siglo XXI” fue bastante productiva al ser él mismo quien decidieera iniciar el contacto con directivos de algunos clubes.
Lo mediático surge al ser conscientes de su estadía en el Querétaro, el club que recientemente fue comprado por Grupo Imagen y el total responsable de la negociación de Ronaldinho. El astro brasileño firmó contrato por dos años, dejando claro que utilizará el número 49 y que existe una posibilidad de quedarse en definitiva en México, obviamente la inquietante es el salario que percibirá, cifra que no sido revelada por ningún motivo.
Pese a la existencia de regulaciones no existe algo parecido al Fair Play Financiero y el fútbol mexicano se ha convertido en una especie de negocio extremista. La mayoría de los clubes tienen como dueño a algún empresario importante, incluyendo al hombre más rico de México Carlos Slim. Este tipo de casos abre una brecha importante a la hora de las contrataciones al existir una gran ventaja económica pero al mismo tiempo carece de fundamento pues la liga mexicana carece de mayor proyección mundial por lo que los jugadores extranjeros se limitan a ser sudamericanos no tan representativos.
La llegada de Ronaldinho sin duda representa el inicio de algo que puede funcionar o simplemente ser un proceso perdido más en el fútbol mexicano. En primer lugar podría gestionarse un proyecto como lo ha sido la MLS, donde jugadores casi en el retiro busquen ampliar sus posibilidades de juego impulsando así dicha competición; por otro lado y bajo la misma percepción el nivel de marketing que se vivirá será impresionante, los responsables de la imagen y comunicación de Ronaldinho tendrán que formar parte de un convenio con la Liga Mx para un impulso internacional bastante grato.
Así mismo, es la oportunidad para que los estadios de fútbol comiencen a llenarse, o al menos a ocupar más del 50% de asistencias. Si se consiguiese dicho modelo de manera segura, sería el impulso perfecto para todos los clubes pues percibirían mayores ingresos por este concepto y posiblemente sea el impulso necesario para que salgan a buscar a jugadores rentables, que sean parte de una gestión deportiva que brinde calidad y experiencia al fútbol mexicano. El club Querétaro será el experimento, con él veremos el impacto final de lo que puede ofrecer un jugador como Brasileño a una liga que le falta crecer para sostener su calidad deportiva.