Con más de 240 millones de usuarios en todo el mundo y 500 millones de tuits por día, twitter se ha convertido en la red social más importante actualmente. Una herramienta con un potencial ilimitado y que desde hace tiempo está en el punto de mira del mundo del fútbol. Los mensajes en directo en los estadios o el reciente acuerdo entre la LFP y twitter son un claro ejemplo del cambio.
Una de las grandes estrategias de los patrocinadores de los jugadores de fútbol, es la de impulsar la interacción con los aficionados. Sin embargo, twitter es traicionero en este sentido, algo que Iker Casillas pudo comprobar la semana pasada. La agencia de comunicación encargada de organizar un acto promocional del portero del Madrid quiso dar voz a los aficionados para que le preguntaran vía twitter lo que quisieran bajo la etiqueta #AskCasillas, pero la respuesta de los usuarios no fue la esperada.
Al poco de lanzar la iniciativa, cientos de mensajes burlándose e insultando a Casillas convirtieron el hashtag en Trending Topic, a tiempo que se alentaban una campaña paralela bajo el epígrafe #CasillasVetedelMadrid. Al final, la idea fue cancelada, lo que afeo mucho el acto.