El imperio de Jorge Mendes

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Despedido Juan Antonio Pizzi del Valencia a pesar de que le quedaba un año más de contrato, Jorge Mendes también ‘desembarcará’ en el club valenciano de la mano del portugués Nuno Espirito Santo. Quien fuera portero de Deportivo, Mérida y Osasuna es el técnico deseado por el magnate Peter Lim y por el poderoso agente luso ligado a José Mourinho que plagó al Real Madrid de compatriotas. Precisamente, Nuno fue el primer futbolista representado por Jorge Mendes, que está eternamente agradecido al exguardameta y no ha dejado de recomendarle para que dé el salto desde el modesto Rio Ave al Valencia. A sus 40 años, ha conseguido dar su primer gran salto a un banquillo, donde intentará llegar al conjunto ché “a la Champions“, tal y como ha asegurado en su presentación este pasado viernes.

¿Cómo se empezó a fraguar el imperio?

Jorge Mendes pronto se vio atraído por el balón, pero también por el color del dinero. Mientras jugaba en el Jovens Petrogal, pronto empezó a pensar en otras vías para explotar beneficios: un videoclub. Amante del cine, iba a poner a funcionar un local de alquiler de películas en la localidad portuguesa de Viana, muy cercana a la frontera con Galicia, gracias a un pequeño capital cedido por su hermano. Poco tiempo después de ponerlo en marcha, el negocio funcionó tan bien que Mendes iba a poner en marcha otros seis videoclubes más, que le iban a reportar importantes réditos.

Obligado a pasar mucho tiempo pendiente de sus negocios, descubrió que no podía tener el tiempo suficiente para entrenar, por lo que cada vez fue jugando en clubes de nivel inferior. Tras pasar por el Caminha, iba a firmar por el Lanheses, donde iba a hacer un nuevo negocio: no cobrar a cambio de que le permitieran explotar las vallas publicitarias del terreno de juego. Sus vínculos con las empresas de la zona fueron fundamentales para que decidiera colgar las botas y pasar a fomar parte de su nuevo trabajo: director de un complejo turístico en Viana.

Los ingresos que empezó a conseguir en esta nueva empresa le permitieron diversificar sus negocios, construyendo una hamburguesería o una discoteca, entre otros. Y, precisamente en éste último lugar, es donde iba a empezar su nueva forma de vida: tras conocer en su local a Nuno (en aquel momento portero del Vitoria de Guimaraes), le iba a prometer que le iba a conseguir un contrato mejor que el que el Oporto le ofrecía para la temporada siguiente. Dicho y hecho, el Deportivo se iba a convertir en su nuevo destino. Acababa de nacer un imperio.

Con una cartera de cerca de 600 jugadores, Mendes se ha convertido en el nuevo ‘rey midas’ del fútbol mundial. Hasta la fecha, la mayor operación que ha hecho son los 96 millones que el Real Madrid pagó al Manchester United por Cristiano Ronaldo, una cifra nada desdeñable para aquel hombre que empezó a hacer su fortuna a base de videoclubes. Cristiano RonaldoFalcao, James Rodríguez, Pepe, Di María o Mourinho son algunos de los profesionales del fútbol que controla Mendes. Hasta el momento, su última operación ha sido la de Nuno, aquel portero que le permitió iniciar su gran imperio.

La evolución de la representación.

No sólo controla media plantilla del Oporto y sino que convirtió al Atlético, al Deportivo y al Real Madrid en sus ‘sucursales’ en el fútbol español, sino también al Braga, al Besiktas turco… y a los clubes de Inglaterra que abrieron las puertas a los futbolistas portugueses promocionados por él. Para su cartera de entrenadores, además de a Mourinho y a Nuno, también consiguió representar a Luiz Felipe Scolari, Carlos Queiroz y Paulo Bento.

También creó Jorge Mendes su propio fondo de inversión: Quality Sports Investment, junto a Peter Kenyon, el todopoderoso ex director ejecutivo del Chelsea, el club que ansía volver a reinar en la Premier y en Europa con su técnico más mediático en el banquillo y con algunos de sus compatriotas en el terreno de juego. Al contrario que a Mourinho, a Mendes no le agrada exhibirse en los medios, pese a que su fama ha ido en aumento y su empresa ha generado en traspasos en los últimos años más de 600 millones de euros.

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