Fichado por el FC Barcelona en 2010 por 40 millones y con un contrato de cuatro años y vendido al Atlético por 2,1 millones. Amortización anual= 40 millones/4 años de contrato=10 millones de euros, una cifra alta, como también lo era el salario (unos 8,5 millones al año por un jugador que sería suplente) y la edad (casi 32 años).
Amortización pendiente en 2013: 10 millones (sólo faltaba un año para finalizar el contrato).
Resultado económico: 2,1 millones de euros de venta-10 millones pendientes de amortizar: 7,9 millones de pérdidas.
La operación puede ser más beneficiosa para el Barcelona si Villa permanece en el club colchonero las temporadas 2014-15 y 2015-16. Si es así el Barcelona percibiría dos millones en la 2014-15 y un millón en la 2015-16.
En los cálculos económicos siempre hay subjetividad, no hay fórmulas únicas y exactas así que otra forma de calcularlo también válida (aunque no tan académica) es la siguiente:
El precio de mercado del jugador el verano de 2013 eran 12 millones de euros, por tanto, había sufrido una depreciación del -333% desde los 40 millones de 2010 (por la edad, grave lesión, jugaba poco, etc). Además, la pérdida de valor de un jugador siempre se acelera a partir de los 30 años.
Pues bien, si multiplicamos los 10 millones que estaban pendientes de amortizar este 2013 (sólo le quedaba una temporada de contrato este verano) por 0,3333 (eso es la depreciación del -70%) nos da un valor teórico para el Barcelona de 3,3 millones, cifra muy cercana los 2,1 millones que finalmente ha pagado el Atlético.