Carles Puyol, capitán del Fútbol Club Barcelona, hizo oficial el martes en rueda de prensa que a final de temporada dejará el conjunto azulgrana. El central anunció que ha llegado a un acuerdo con el club para rescindir su contrato y dejar sin efecto las dos campañas que le restaban por cumplir. En mitad de una gran expectación mediática y visiblemente nervioso Puyol explicó que el club está de acuerdo con esta decisión. Acompañado en una abarrotada sala de prensa por Piqué y los jugadores de la primera plantilla no concentrados con sus respectivas selecciones, el capitán azulgrana explicó el principal motivo de su marcha: “Después de las dos últimas operaciones tan agresivas a las que me he sometido me está costando recuperar el nivel, más de lo que yo y los médicos pensábamos.” Renuncia a dos años de contrato y a 12 millones de euros, algo poco habitual en el mundo del deporte.
“Si te retiras en un buen momento, cuando tu empresa tiene buenos resultados, aumentas tu valor de mercado”, asegura la profesora Rocío Bonet.
“Es un buen ejemplo del que se debería tomar nota en el mundo de la empresa. Los profesionales deberían saber irse, sobre todo antes de que empiece su declive”, advierte Carlos Alemany, socio director de Alemany & Partners, la firma de búsqueda de ejecutivos que montó hace dos años, tras más de una década al frente de Korn Ferry International, compañía que abandonó, por voluntad propia, cuando consideró que había agotado una etapa. “Podía seguir haciendo más de lo mismo, pero eso no era bueno para la empresa ni para mi carrera profesional, y esto no tiene nada que ver con la edad”, recuerda. Desde hacía tiempo tenía ganas de montar su propia empresa, y era el momento. “Llega un punto en el que se pierde el hambre, y un proyecto nuevo te devuelve el entusiasmo. Hay que saber irse”, afirma para Cinco Días.
El deterioro nos exige dejar de hacer algunas actividades. ¿Cuándo debo dejar de jugar futbol? ¿Cuándo dejar la dirección de la empresa, de dar clases, de ejercer mi profesión, de manejar automóvil? ¿Cuándo debo pedir que alguien me acompañe, si quiero salir de casa; cuándo tengo que usar bastón o pañal?
No hay una edad exacta, válida para todos, para dejar de hacer algo; el tiempo preciso depende de cada persona, de sus capacidades físicas, mentales y espirituales. Para saber cuál es el momento oportuno, debemos preguntarle a Dios y a nuestra conciencia, pero también al médico, al consejero y a quienes viven con nosotros. Quizá debamos suspender algunas actividades cuando juzgamos que aún podemos realizarlas; pero, ¿para qué esperar a que la vida nos diga que ya es demasiado tarde?
Dejar de hacer algo, porque ya no podemos, es una pérdida, y toda pérdida causa sufrimiento. Ante esto podemos reaccionar con rebeldía o depresión, pero también podemos aceptarlo con humildad, serenidad y humor.
Aunque vayamos retirándonos de muchas actividades, nunca nos retiramos de vivir; jamás nos jubilamos de amar, creer y esperar.
¿Qué aporta alguien como Puyol a un equipo de trabajo?
- Constancia y profesionalidad. Era de los primeros en salir a entrenar, y de los últimos en abandonar el gimnasio. Un trabajador tan entregado servirá como ejemplo para sus compañeros, que al observar su actitud y sus buenos resultados, le seguirán en su comportamiento.
- Un ejemplo de líder: solidario, tolerante y firme. Copa de Europa (2011), que el Barça ganó frente al Manchester United, y en la que Puyol le cedió la banda de capitán a Eric Abidal, que había logrado superar una grave enfermedad, y éste fue el encargado de levantar la copa.
- Sabe estar a la altura de las circunstancias. Si había que celebrar las victorias, había que hacerlo de manera comedida, y en las derrotas, nunca cedió al fatalismo e intentó consolar a sus compañeros. Ser neutral, empático y comprensivo, tomando posición cuando hay que tomarla, son aptitudes que todo empleado debe tener para crear un ambiente de trabajo cómodo y distendido.
- Capacidad de adaptación, ya que las plantillas de los equipos de fútbol cambian cada temporada, y siempre hay bajas y nuevas incorporaciones. Hay que tener un carácter abierto y comprensivo para recibir a los nuevos compañeros, y saber adaptarse a los cambios que se producen en el equipo, ya que de ello va a depender el resultado del trabajo.
- Carácter ganador: la mejor motivación. Si algo le sobra a Puyol son ganas de trabajar y de ganar. Un carácter ganador lleva parejo un espíritu de lucha y superación, que será admirado e imitado por sus compañeros. Además, el propio empleado-Puyol, animará y motivará a sus compañeros para que estos sean inconformistas y quieran conseguir siempre lo mejor.
- Fidelidad al equipo-empresa. Carles Puyol quería llegar a los 40 años con la cinta de capitán del Barça bien sujeta a su brazo. Aunque esto no vaya a poder ser, no le resta ni un ápice a la fidelidad, que este líder-capitán siente por lo que hace. Y eso que quince años trabajando para el mismo equipo dan tiempo para aburrirse, pero su capacidad de compromiso no se ha visto nunca reducida, sino que incluso se ha afianzado.
- Anunció que dejaba la empresa a todos los integrantes de la misma a la vez. Este espíritu de pertenencia, de entrega y de fidelidad es muy positivo tanto para la empresa, que ve reforzada la confianza que el trabajador pone en ella, como para los compañeros, que se contagian de ese espíritu y de ese sentimiento de pertenencia.
Otro gesto de compromiso con su empresa, y de su gran profesionalidad, es la misma razón por la cual deja el equipo: las dolorosas y casi constantes lesiones que vienen torturándole desde hace tiempo y que le impiden llegar al nivel que él mismo se impone.
Retirarse a tiempo y con dignidad es algo que le honra. Cuánto tenemos que aprender de este tipo de actitud.