En los últimos años el fútbol árabe está saliendo a la palestra a base de petrodólares, ya sean porque consiguen hacerse con algún equipo europeo o porque convencen a jugadores de alto nivel para jugar en las ligas menores de sus países. Aunque el peor enemigo es la poca afición que atraen algunos equipos a sus estadios, que hacen de sus partidos muy tristes.
En este sentido, según informan medios qataríes, el país árabe estaría pagando a inmigrantes africanos y asiáticos para acudir a los estadios para ver los encuentro por un precio de 80 céntimos la hora. Así pues, parece que los ambientes que estamos viendo en los últimos tiempos en estos partidos se trata de una posible farsa llevadas a cabo por los propios clubes.