El primero fue fichado por el Bayern al Real Madrid en 2009 cuando el jugador tenía 25 años. Al club bávaro le costó 25 millones de euros y suponiendo que el jugador cumpla su contrato, que finaliza en 2015, el Bayern habrá amortizado enteramente el jugador con un coste anual (amortización anual) de apenas 4,16 millones (25millones/6 años) y un sueldo muy razonable en relación a lo que cobran otros jugadores de primer nivel como él, a su calidad y a todo lo que le ha dado al Club estos últimos años (6,5 millones de euros anuales).
Por tanto un coste total de 10,66 millones anuales (amortización+salario) y en el conjunto de los 6 años (de 2009 hasta 2015) un total de 64 millones de euros (25M de fichaje+39M de sueldo). Cifra a la que deberíamos restar lo que ha aportado el jugador en concepto de merchandising (venta de camisetas). Resumiendo: excelente inversión por parte del Bayern y pésima venta del Real Madrid, que encima reforzó deportivamente a uno de sus históricos grandes rivales europeos.
La famosa falta de feeling entre Eto’o y Guardiola y el trueque entre el camerunés e Ibrahimovic fue una operación nefasta deportiva y económicamente para el Barcelona.
El Inter y el FCB se pusieron de acuerdo el verano de 2009 en tasar a Ibrahimovic en 66 millones de euros. Lo malo para el club azulgrana es que al sueco le quedaban 5 años de contrato con el Inter y a Eto’o sólo le quedaba uno. El camerunés fue comprado en 2004 por 24 millones de euros y con un contrato de seis años, por tanto, ya se habían amortizado 20 millones y como sólo le faltaba un año para quedar libre el valor teórico deberían ser esos 4 millones pendientes de amortizar.
El Club azulgrana jugó bien sus cartas y el Inter aceptó tasar a Eto’o en 20 millones de euros y el FCB le pagó al Inter 46 millones de euros (66M-20M) por el intercambio Eto’o-Ibra y el sueco firmó por 5 años, lo que daría un coste anual (amortización anual) de 9,2 millones de euros (46M/5 años). La cosa no fue bien, de nuevo hubieron problemas de feeling y el club (ya presidido por Rosell) vendió el sueco al Milan por 24 millones de euros a pagar en tres años.
Pues bien, como el jugador sólo estuvo un año el Barcelona sólo había amortizado 9,2 millones de euros de la compra (46M/5 años: 9,2 millones al año) y por tanto quedaban 37,8 por amortizar (45M-9,2M). Como el Club se vendió el jugador al Milan por 24 millones la pérdida económica fue de 13,8 millones (37,8M-24M). A esos 13,8 millones de pérdidas hay que sumarle el supersueldo que cobraba el sueco (12 millones anuales), lo que nos da un balance económico negativo por un total de 25,8 millones de euros en apenas un año.
Como a nivel deportivo su contribución fue más bien pobre (salvo los primeros meses de competición, cuando todavía no había problemas de feeling) y encima supuso el reforzamiento de un gran rival europeo como era en esos momentos el Inter de Mourinho (Eto’o tuvo un papel destacado en el triplete del Inter en la temporada 2009-2010 e incluso el Inter de Mourinho y Eto’o eliminó esa temporada al Barcelona en la Champions), pues por todo eso se puede afirmar que fue una muy mala operación económica (-25,8 millones) y deportiva para el club blaugrana y excelente para el club lombardo, que encima vendió dos años después Eto’o al Anzhi ruso por 27 millones de euros.