Desde que el pasado verano Nike se coló en la presentación de Mario Götze como jugador del Bayern Munich, ambas marcas se han enzarzado en una guerra de imagen que ha provocado más de un momento de tensión. No había ocurrido hasta ahora, ya que ambas multinacionles habían llevado un convivencia más o menos tranquila y respetuosa en este tipo de actos, pero Adidas, una de las empresas que gestiona el Bayern, se enfado tanto con su rival por lo de Götze, que desde entonces no ha habido tregua.
La última polémica llegó hace dos semanas, con un mochila de Lionel Messi. Camino a Madrid para disputar los cuartos de final de Champions League contra el Atlético de Madrid, Nike decidió lanzar un chándal especial para la ocasión, consciente de que todas las cámaras del mundo estarían allí y que la oportunidad era la idónea para seguir aumentando las ventas del Barcelona. Tal y como se fija en el contrato entre la multinacional norteamericana y el club culé, todos los jugadores aparecieron portando la curiosa indumentaria.
Cada jugador además, portaba una mochila negra, sin marca (o una bandolera) en la que llevaban sus mudas personales. Todos menos Lionel Messi, que ante los flashes de todos los fotógrafos lució una mochila en la que se veía perfectamente el logo de Adidas. Un gol de los alemanes que mosqueó, y mucho a la multinacional. La última batalla en una guerra que ya cominza a cansar.