Daniel Agger, que abandonó el Liverpool el mes pasado para volver a su antiguo equipo, el Brondby, cubrió los más de 2.000 euros que necesitaban para poder ir a Chile. Desde la entidad se pusieron en contacto con el futbolista y Agger no dudó ni un momento en ponerse a disposición para ayudar a solucionar el problema y donar el dinero que faltaba.
Pero no es el primer futbolista que tiene un gesto similar. Hace tan solo unas semanas, Zlatan Ibrahimovic donó cerca de 30.000 euros para enviar un club sueco con dificultades de aprendizaje a el Campeonato Mundial de Fútbol en Brasil. El máximo dirigente de la entidad sueco, Stefan Jonsson, contó la historia: “Hablé con Zlatan y le pregunté si podía donar una camiseta para una subasta y el jugador dijo: ‘¿Qué demonios vas a hacer con una camiseta? ¿Cuánto cuesta ir? ‘Cuando le dije lo que necesitábamos, pidió el número de cuenta y lo depositó”.
Sin duda alguna, es bonito como algunos jugadores incentivan y ayudan a los equipos más desfavorecidos con el único fin de conseguir la supervivencia económico de unas entidades realmente afectadas.