El Bayern Munich se ha coronado de la Bundesliga quedando restantes 7 jornadas en las que tranquilamente pueden dedicarle tiempo a la Champions League. Este proceso, logrado durante la era de Pep Guardiola en el club alemán, lleva un pasado interesante de gran gestión deportiva aunque debemos de resaltar que en especial este último año no ha existido un verdadera competencia en la liga.
Existe un modelo interesante dentro del club en donde todo está justificado para no existan egos de poder entre los jugadores y entrenadores. En términos generales, el gigante bávaro gasta 203 millones de euros anuales en nómina, esto antepone que Pep Guardiola es el que más cobra en la plantilla con 17 millones de euros mientras que Ribery y Götze son los jugadores mejor pagado del club con 12 millones.
La filosofía del Bayern Munich es “no gastar más de lo que se gana” y ante eso responde que los gastos en plantilla sólo corresponden al 48% de sus ingresos totales; de forma particular su deuda no excede pagos comprometidos por lo que anualmente puede tener resultados financieros positivos.
Bayern Munich es la viva prueba de que un club puede aumentar cómodamente sus beneficios futbolísticos y de negocios, y a la vez, derrotar a los equipos considerados más grandes. Sus metas y objetivos siempre son a largo plazo pues la directiva considera que los buenos resultados son de trabajo constante y no de un día a otro.
Quizá una de las “debilidades” que puede tener es la cantidad de ingresos que obtiene por patrocinadores, siendo Adidas, Audi y Allianz los principales responsables.
Un proceso relevante no sólo en el club sino en toda la Bundesliga es la repartición de derechos televisivos en donde el Bayern es el que más ingresa con 36 millones anueales pero que a partir del 2015 estos serán de manera equitativa en todos los participantes, esto no afecta su economía pues representan sólo un 24% de sus ingresos totales.
Sobreviviendo como los grandes
Los problemas no pueden faltar y uno de ellos fue el reciente golpe de evasión de impuestos por parte de Uli Hoeness, algo aparentemente irónico pues era el que planteaba la buena imagen de un nuevo modelo económico quizá sustentable para toda la liga. Este hecho trajo consecuencias a sus patrocinadores quienes a boca cerrada prefieren permanecer ente tal situación.
Sin embargo, la solvencia y fortaleza de lo que Bayern Munich significa se mantuvo prácticamente intacta pues una de las ventajas es la separación de la parte administrativa y operativa de la deportiva.
Al final, el Bayern Munich es el líder alemán que domina que ha sabido colocar un branding que soporta cualquier situación, algo que lo mantiene vivo y seguirá creciendo.
