La selección de Camerún no ha viajado este pasado domingo 8 de junio hacia Brasil después de que los jugadores del combinado africano se negaran a montar al avión debido a que no han llegado a un acuerdo con la Federación de fútbol por las primas a percibir por la disputa del Mundial (según informa el diario francés L’Equipe). Los jugadores, mientras, amenazan con permanecer en Yaoundé hasta que se resuelva el conflicto pese a que sólo faltan cinco días para su debut ante México.
El problema parecía resuelto cuando los Leones Indomables aceptaron suspender la huelga de entrenamientos el 23 de mayo pasado y jugar el 1 de junio un amistoso contra Alemania (2-2), a la espera de llegar a un acuerdo con la Federación Camerunesa en materia económica, pero la oferta de ésta no respondió a las expectativas de los jugadores. Y el domingo se han negado a embarcar en el avión puesto a su disposición por la presidencia camerunesa.
El sábado, tras la victoria sobre Moldavia en un amistoso de preparación, los jugadores boicotearon la ceremonia de entrega al equipo de la bandera en presencia del Primer Ministro y tuvo que ser el cuadro técnico, con el seleccionador, el alemán Volker Finke, a la cabeza, el que recibiera la enseña nacional.
Esta situación no es nueva en la selección camerunesa, ya que existe un precedente en 2002, antes del Mundial de Corea-Japón, cuando el equipo permaneció en un hotel de Roissy hasta que cobraron el dinero prometido. Luego fueron eliminados en la primera fase.
En los pasados días ya hubo polémica cuando se dio a conocer las primas que cobrarían los jugadores de la selección española, ya que es una cantidad un tanto desorbitada dada la situación económica de España y, también, comparándola con otras selecciones. Y es que siempre que hay una competición de índole internacional, los jugadores quieren “sacar tajada” de sus federaciones.
Lo extraño es que jugadores profesionales y que militan en equipos importantes de las mejores ligas mundiales, y que cobran cantidades, en ocasiones desproporcionadas y casi prohibitivas, sean tan celosos de cobrar además un plus económico por disputar una competición internacional. Desde mi punto de vista, lo mismo que se puede establecer un tope salarial para los jugadores, también se debería establecer un tope tarifario para las primas que reciben los jugadores por participar en una competición organizada por la FIFA.
Nuevamente la FIFA y las Federaciones en el centro de la polémica por motivos económicos. ¿Cuándo cambiará la situación?