Tras conseguir la permanencia, el conjunto pepinero busca afianzarse en la Primera División y crecer como equipo. Sin embargo, lo más importante para el club son sus aficionados y por ello no quieren dar ni un paso en falso. Lo quieren dejar bien claro, primero la gente que nos ayuda, y después se crecerá económicamente. Sin duda alguna, es un ejemplo para los demás equipos.
El club baraja ampliar el aforo del estadio de Butarque hasta los 16.000 asientos. Esto llevaría la construcción de dos palcos VIP para las obligaciones institucionales y protocolarios de cada encuentro. Pero claro, esto llevaría la reubicación de los socios de Tribuna Alta en otro lugar del campo. Estos socios han protestado y han conseguido que el club busque otra solución.
La reubicación consistía en mover seis asientos hacia los extremos en el caso de las primeras filas y de once en las filas superiores. El club tiene problemas para subsanar las obligaciones institucionales y protocolarias. Los patrocinadores y miembros de la Liga piden entradas en lugares privilegiados que el Leganés no tiene, por lo que pretenden pasar de albergar a 12000 aficionados a 16000.
Los socios perjudicados, como hemos dicho, protestaron y consiguieron remover la conciencia de la directiva, que tiene unos principios rígidos. No toleran que se perjudique a su principal activo, la afición, y por ello han hecho caso a sus plegarias y van a estudiar otras posibilidades en cuánto a la reubicación para instalar dos zonas VIP. De igual manera, piden a los aficionados un poco de comprensión.
Aparte de las zonas VIP, el aforo se vería aumentado por lo que ganarían mucho más dinero en concepto de entradas. Aún así, al club lo único que le preocupa es el cumplir con sus obligaciones como institución y con los protocolos, ya que hay personas de relevancia de otros clubes que no viajan por no tener un lugar en el campo donde estén protegidos y tengan ciertos privilegios.
