El Espanyol y su condena a incidentes aislados
El Espanyol, uno de los clubes con mayor trayectoria en la liga española, se ha visto sumido en la polémica tras una serie de hechos aislados que han provocado una campaña de descredito y criminalización injusta. El club, con más de 122 años de historia, rechaza vehementemente cualquier acusación que atente contra su honradez y respeto por las normas del fútbol y la sociedad.
A raíz de los hechos sucedidos, el Espanyol hace un llamado al sentido común y a la proporcionalidad, recordando que ha estado siempre comprometido con los valores del deporte. El club insiste en que, a pesar de lo sucedido, ha planeado y movilizado todos los medios necesarios para un partido de estas características, cumpliendo con todos los requisitos de seguridad establecidos por los organizadores de la competición.
Un ataque desmedido y generalizado
El Espanyol denuncia lo que percibe como un “ataque desmedido y generalizado” en su contra, especialmente notable en su tierra natal. Lamenta que se haya cruzado líneas de respeto y presunción de inocencia, lo que ha derivado en situaciones de acoso social en múltiples ámbitos. Esta persecución va en contra de lo que el club representa y las prácticas que ha mantenido a lo largo de su existencia.
La dirección del Espanyol enfatiza que su club siempre ha actuado para prevenir y atajar cualquier acto contrario a los valores del deporte. Ejemplifican su compromiso rememorando que fueron ellos quienes ayudaron a identificar a los causantes de un episodio de racismo vivido en su estadio en enero de 2020. El club reitera que el Espanyol no solo habla, también actúa, y espera que aquellos que en estos días aleccionan y pontifican, hagan lo propio en su ámbito de actuación cuando les corresponda.
Defensa contundente ante calumnias y vejaciones
El Espanyol anuncia que actuará judicialmente contra aquellos que “han calumniado, amenazado o vejado” al club y a su afición. Esta decisión surge como respuesta a las acusaciones injustas que se han difundido, las cuales son vistas como un intento de criminalización de la entidad. Para el club, esto representa un ataque no solo a su imagen, sino también a la de su afición.
Finalmente, el Espanyol denuncia un intento de criminalización de una entidad con más de un siglo de historia y que cuenta con una afición ejemplar y eminentemente familiar. Acusa que están siendo sometidos al escrutinio de una doble vara de medir moral, una que es implacable con el humilde y laxa con el poderoso.