Florentino Pérez aterrizó en Madrid para iniciar su segunda etapa a cargo del club blanco y una de sus primeras decisiones fue la contratación del técnico Mauricio Pellegrini, que llevaba dirigiendo con éxito al Villarreal desde 2003.
El fichaje del chileno vino avalado por Valdano, que vio en él las características necesarias para dirigir el siempre difícil vestuario de un club grande. Para contratarlo el club debió abonar al Villarreal 4 millones de euros, un alto traspaso para un entrenador que apenas duró un año en el cargo.
El Real Madrid pagó a Pellegrini un finiquito cercano a los 5 millones de euros, y decidió apostar por el que debía ser el técnico que lograra poner freno a la hegemonía del FC Barcelona, que en 2009 tuvo el mejor año de su historia, no podía ser otro que José Mourinho.
El luso, verdugo del FC Barcelona y campeón de Europa en 2010, acababa de completar el triplete con el Inter de Milan, club con el que tenía contrato. Los italianos habían incluido en su contrato una cláusula de salida de 16 millones de euros, de los que el Madrid acabó pagando la mitad: 8 millones de euros.
Tres temporadas después el club ha decidido dar un cambio de rumbo, y ha pactado la salida amistosa de Mourinho, que en estos años ha ganado 45,9 millones de euros.
El club busca nuevo entrenador, y todas las miradas se centran en Carlo Ancelotti del PSG, en el que ya es uno de los culebrones de verano. Cada día hay nuevas noticias o rumores sobre este tema. La realidad es que el PSG no quiere que se vaya su entrenador, y exige al club que lo quiera el pago de 7,5 millones de euros, aunque el fichaje de Laurent Blanc ha hecho que el club rebaje la cantidad a pagar a los 4,5 millones de euros. Posiblemente haya que esperar unos días para la firma de Ancelotti por el Real Madrid por motivos fiscales.
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