En un giro judicial reciente, Florentino Pérez y el Real Madrid han sufrido un revés en la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de París. La controversia giraba en torno a un contrato de patrocinio de 400 millones de euros para el estadio Santiago Bernabéu con Mudabala, el fondo emiratí que absorbió a la petrolera IPIC, propiedad de Cepsa.
Cronología del litigio
El Real Madrid, presidido por Florentino Pérez, llevó en 2018 al fondo de propiedad del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos ante la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio de París. Esta medida se tomó después de que Mudabala rompiera a finales de 2017 el contrato tras una modificación del primer proyecto.
El contrato inicial y sus implicaciones
El Real Madrid había firmado con IPIC, antes de su absorción por Mudabala, un contrato de 400 millones de euros. Este dinero se invertiría en la remodelación del estadio y, una vez finalizada la obra, Mudabala tendría derecho preferente para darle nombre al campo durante 20 años, así como para patrocinar al club de fútbol durante tres.
Sin embargo, la remodelación del Bernabéu sufrió un contratiempo en 2015 cuando el Tribunal Superior de Justicia de Madrid anuló la modificación puntual del Plan de Ordenación Urbana de Madrid. Esto obligó al club a modificar el proyecto, un cambio que Mudabala utilizó como excusa para abandonar la operación.
El veredicto del tribunal de arbitraje
El fallo del tribunal sostiene que el contrato expiró por sus propios términos el 30 de junio de 2017, ya que las obras finalmente permitidas eran distintas a las inicialmente previstas. Esto significaba que, debido a su anulación en 2015, el Real Madrid no estaba en disposición de iniciar las obras acordadas en el contrato de patrocinio en la fecha límite del 24 de junio de 2017.
Además, el tribunal de arbitraje mantiene que el Real Madrid no solicitó el consentimiento de la petrolera para modificar un proyecto que redujo en más de doce mil metros cuadrados el terreno destinado a uso comercial y en treinta mil la edificabilidad.
Este veredicto es un duro golpe para Florentino Pérez y el Real Madrid, que ahora tendrán que afrontar las consecuencias de esta decisión judicial.