Alerta de auditoría sobre pagos a Enríquez Negreira
La polémica en torno al FC Barcelona y los pagos a José María Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), ha generado un gran revuelo en el mundo del fútbol. La auditoría realizada por KPMG en 2010 reveló un incremento del 102% en los pagos a Negreira durante la presidencia de Joan Laporta entre 2003 y 2010.
Según el informe de KPMG, los pagos a Nilsad, una de las sociedades de Enríquez Negreira, aumentaron considerablemente debido a un concepto de “grabación de partidos disputados por la selección española sub-21 y por la selección absoluta en la Copa Confederaciones celebrada en Sudáfrica”. Los abonos a Nilsad pasaron de 245.000 euros a 494.000 euros en un solo año. La auditora señala que el Barça mantenía un “contrato” basado en el “asesoramiento de vídeos técnicos” y en la “observación y visionado de jugadores”.
El informe encargado por Sandro Rosell al asumir el cargo en el FC Barcelona
El informe fue encargado por Sandro Rosell y su equipo al asumir la presidencia del FC Barcelona y fue entregado por KPMG cuatro meses después de la salida de Laporta de la presidencia del club azulgrana. Los pagos a Negreira continuaron hasta 2018, cuando la RFEF cambió a los miembros del CTA y despidió al propio Negreira.
La Fiscalía estima que Enríquez Negreira facturó un total de 7,3 millones de euros al Barcelona durante 17 años (2001-2018) por asesoramiento arbitral y por garantizarse “unos arbitrajes neutrales”, según aseguró el propio Negreira. Así, Joan Laporta compareció en rueda de prensa para dar explicaciones sobre el ‘caso Negreira’, dos meses después de que se desvelaran los pagos que el club azulgrana realizó a Enríquez Negreira.
Impacto en la reputación del FC Barcelona
Este escándalo ha tenido un impacto negativo en la reputación del FC Barcelona y ha generado dudas sobre la integridad de las instituciones futbolísticas. Las implicaciones del caso Negreira podrían llevar a sanciones económicas y deportivas para el club, así como a un mayor escrutinio sobre las prácticas financieras en el fútbol en general.
El caso Negreira pone de manifiesto la importancia de la transparencia en el fútbol, especialmente en lo que respecta a los pagos a terceros y a los mecanismos de control para garantizar la imparcialidad en el arbitraje. En este sentido, tanto los clubes como las instituciones deportivas deben trabajar conjuntamente para asegurar que se sigan las normas establecidas.