Puede que a la hora de jugar un partido con ella sea imposible lograr la victoria, pero está claro que la camiseta de la Senyera del FC Barcelona es una mina. Se esperaba que suscitará expectación, pero ha causado tanto furor entre los aficionados que ha batido récord de ventas. Así, se ha convertido en la segunda camiseta más vendida de la historia del conjunto culé. Casi nada.
Circunstancia ante la que la entidad que preside Sandro Rosell ha decidido hacerla eterna, convirtiéndola para los próximos años (quién sabe si de por vida) en la tercera equipación. Y si por él fuera la hubiera dejado donde está, siendo la primera alternativa cuando el Barça no pueda jugar de azulgrana. No obstante, Nike, la firma que viste al conjunto blaugrana, obliga por contrato a éste a innovar su camiseta cada temporada. Habrá que ver si tras los malos resultados la cosa cambia, pero de momento, es un negocio redondo que el club tiene intención de explotar durante muchos años.