El Málaga vive sumido en los vaivenes de una montaña rusa, que le ha llevado de disfrutar de la mejor temporada de su historia, con el equipo a un paso de las semifinales de la Champions League a quedarse fuera de la Liga Europa, sancionado por la UEFA.
El equipo, gestionado por Pellegrini, no logró la histórica gesta de estar entre los 4 mejores equipos del continente por unos fatídicos minutos finales frente el Borussia Dortmund, que acabó siendo finalista de la competición.
Y eso que a inicios de la 2012/13 ya empezó el éxodo de jugadores. Cazorla con destino Arsenal por 19 millones de euros, adonde luego llegó Monreal por otros 10, son algunos de los ejemplos.
El presupuesto del equipo, fruto de la retirada de inversión del jeque Al-Thani, propietario del mismo, ha sufrido un drástico recorte. De los más de 100 millones de euros de la temporada 2011/12 a los 40 de la temporada actual.
Schuster ha heredado un equipo en declive, que ha recibido 37 millones de euros, tras vender a Isco, Toulalan y Joaquín, pero que también ha perdido a Baptista, Demichelis o Saviola. En su sustitución, jóvenes de la casa, Sergi Darder, o promesas internacionales, como Pawlowski, Anderson o Chen. Además de cesiones, como la reciente llegada de El Hamdaoui. Refuerzos low cost: 10 jugadores por poco más de 3,5 millones de euros.
El técnico alemán deberá lograr conjuntar lo antes posible a un equipo que suma ya dos derrotas en dos jornadas de liga, aunque quizás hubiera podido rascar un empate ante el FC Barcelona, que se benefició de la gran labor de su portero, Víctor Valdés.
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