El 4-2-3-1: Formación versátil en el fútbol moderno

Evolución y origen del 4-2-3-1

La formación 4-2-3-1 se originó a finales de los años 90 y principios de los 2000 como una evolución del 4-4-2, buscando controlar los espacios centrales entre las líneas y adaptarse a la creciente importancia de la presión en el fútbol moderno. Juanma Lillo fue uno de los primeros entrenadores en promover este cambio en España, introduciendo la presión alta en la formación.

En el 4-2-3-1, el delantero centro es apoyado por un mediapunta y dos extremos que pueden intercambiar posiciones y realizar incursiones hacia el centro. Los dos centrocampistas del doble pivote apoyan la construcción del juego y pueden moverse hacia las bandas en transiciones ofensivas. Los laterales aportan amplitud y profundidad en ataque, mientras que los centrales distribuyen el balón desde atrás.

Formación en campo de fútbol

Funcionamiento y responsabilidades en fase defensiva

En defensa, la línea de cuatro se mantiene compacta y los laterales defienden en duelos individuales. Los centrales se encargan de marcar a los delanteros contrarios. El doble pivote cubre espacios entre líneas y apoya la presión en el centro del campo. Los tres centrocampistas ofensivos y el delantero centro se mantienen cerca para controlar los espacios centrales y pueden variar su posicionamiento según las circunstancias.

Entre los entrenadores y equipos que han utilizado exitosamente este método de jugada del 4-2-3-1 se encuentran Mauricio Pochettino en el Tottenham Hotspur, Hansi Flick en el Bayern de Múnich, Pep Guardiola en el Manchester City y Gareth Southgate con la selección de Inglaterra. Este se destaca por ayudar a la superioridad en el centro del campo y por aportar solidez defensiva.

¿Cuáles son las responsabilidades de los jugadores en fase ofensiva en un 4-2-3-1?

En la fase ofensiva, el delantero centro es apoyado por el mediapunta para proporcionar la principal amenaza ofensiva del equipo en la zona central. Los centrocampistas ofensivos también pueden realizar incursiones por dentro, a menudo jugando a pie cambiado para proporcionar una amenaza más directa sobre la portería.

Los dos jugadores del doble pivote apoyan por detrás de la línea de pase y son libres de ir hacia las bandas para ayudar al equipo a efectuar cambios de juego. Los laterales pueden desdoblarse para generar la amplitud en ataque. Desde la banda, los laterales pueden enviar centros y pases por dentro y proporcionar una opción para hacer un cambio de juego.