El nuevo reto de las ciudades europeas
El máximo organismo del fútbol europeo, la UEFA, ha dado el pistoletazo de salida para la elección de las sedes de sus competiciones más relevantes para los años 2026 y 2027. Las competiciones incluyen las finales de la Champions League, la Europa League, la Europa Conference League y la Women’s Champions League. Las federaciones nacionales de cada país tienen hasta el 17 de julio para presentar sus candidaturas.
Luego, las propuestas definitivas se evaluarán antes del 21 de febrero de 2024. No obstante, la UEFA establece criterios rigurosos para la elección de las sedes. La UEFA ha establecido que las finales de la Champions League deben celebrarse en estadios con capacidad para al menos 70.000 espectadores. Para las finales de la Europa League y la Europa Conference League, se requiere un aforo mínimo de 40.000 y 30.000 espectadores, respectivamente.
Rotación y diversidad en la UEFA
La UEFA también se esfuerza por evitar repetir países anfitriones en años sucesivos, a menos que no existan alternativas viables. Este criterio promueve la diversidad y da la oportunidad a diferentes países de acoger estos prestigiosos eventos. Las próximas finales de la Champions League se disputarán en Estambul (2023), Londres (2024) y Múnich (2025).
En cuanto a la Europa League, las finales tendrán lugar en Budapest (2023), Dublín (2024) y Bilbao (2025). De esta forma, la final de la Europa Conference League de 2023 se celebrará en Praga, mientras que la de 2024 será en Atenas. Para la Women’s Champions League, las ciudades elegidas son Eindhoven en 2023 y Bilbao en 2024.
El impacto económico de las competiciones de la UEFA
En marzo de este año, la UEFA reveló que sus ingresos por competiciones de clubes superaron por primera vez la barrera de los 4.000 millones de euros, alcanzando 4.050 millones de euros en la temporada 2021-2022. Este incremento se atribuye en gran medida a la creación de nuevas competiciones como la Europa Conference League y a la renovación del formato de la Women’s Champions League.
Sin embargo, a pesar de este notable incremento en los ingresos, el balance neto de la temporada 2021-2022 fue negativo, con una pérdida de 76,3 millones de euros. Como resultado, las reservas de la UEFA cayeron por debajo del mínimo acordado de 500 millones de euros. La meta de la UEFA es reconstituir estas reservas para 2027-2028.